Soy Carolina, mamá de Valentino y Franco, vengo a contar algo de nuestra historia.
El 22 de junio del 2020 mi vida se desmoronó por completo, diagnosticaron diabetes tipo 1 a mi bebé en aquel entonces, Franco. Internación sorpresiva y repentina, terapia por medio, pero lo que más miedo me causaba eran los nuevos términos que escuchaba... no tenía ni la más mínima idea de que es la diabetes y cómo se trata...
Es verdad que todo se aprende, es verdad que se puede tener una vida normal, es verdad que “se puede comer todo”... pero también es verdad que hay un “Lado B”, que nadie te cuenta... lo difícil que son a veces los días, el estrés de vivir pendiente a valores y estar pensando todo el tiempo qué hacer y muchas veces la frustración de creer estar haciendo bien las cosas y los valores demuestran que algo falló.
Se puede, aunque cueste... la vida continúa y hay que seguir. Yo no tengo diabetes, Franco si.
Día a día, noche a noche, mi marido y yo somos los responsables y nos ocupamos de la complicada tarea de pensar como un páncreas, y nuestro mayor desafío es cuidar y educar a Fran para que tenga una vida feliz, sana y pueda mantener sus controles de glucosa y no se rinda.
Siendo absolutamente honesta, internamente, aún me cuesta mucho aceptar y procesar lo vivido, pero gracias al amor que siento por la familia que construí retomo la fortaleza suficiente para atravesar obstáculos y ponerle garra a cualquier situación.
Si te sentis identificado con algo de lo que escribí, te aseguro que se puede salir, se puede disfrutar, se puede fracasar, se puede crecer, se puede aprender y llevar una vida plena, gracias a la insulina y la tecnología (clave muchas veces) y eso no es poco, al contrario.
Comparto una frase que siempre nos acompañó y acompaña en la familia:
“TODO TIENE SU TIEMPO... ” 🧡
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