Capítulo 3: Aventuras en la Ciudad Olvidada
En su exploración del mundo post-"El Silencio", Fran y V.A.L.E.N. encontraron constantemente nuevas maneras de adaptarse y aprender. Fran, con la curiosidad propia de sus cuatro años, estaba siempre listo para la aventura, y V.A.L.E.N. estaba allí para guiarlo y protegerlo.
Una mañana, antes de salir a explorar, V.A.L.E.N. ayudó a Fran con una nueva tarea: aprender a reconocer los signos de cuando necesitaba un bocadillo para mantener su nivel de glucosa estable. "Vamos a llevar algunas frutas y barras energéticas, Fran. Si te sientes cansado o mareado, me lo dices y tomamos un descanso," explicó V.A.L.E.N.
Equipados y preparados, se dirigieron a una parte de la ciudad que aún no habían explorado. Entre las calles silenciosas, descubrieron una antigua librería, su interior un laberinto de estanterías y libros. Fran, más interesado en el misterio del lugar que en los libros mismos, jugueteaba entre las páginas, maravillado por los colores y las imágenes.
Mientras Fran exploraba, V.A.L.E.N. recogía algunos libros ilustrados y de cuentos, pensando que serían una buena adición para las noches en el refugio. "Estos libros son tesoros, Fran. Cuentan historias de mundos y tiempos diferentes," dijo V.A.L.E.N., seleccionando cuidadosamente algunos que podrían capturar la imaginación de Fran.
En su regreso al refugio, con los libros y nuevos suministros en su mochila, Fran se detuvo a descansar. Siguiendo las instrucciones de V.A.L.E.N., tomó una pequeña barra energética, entendiendo la importancia de cuidar su salud en sus aventuras.
Esa noche, en el refugio, mientras V.A.L.E.N. leía en voz alta uno de los cuentos, Fran se acurrucó, escuchando con atención, su mente llena de imágenes de dragones, castillos y héroes valientes. En ese momento, el mundo post-apocalíptico parecía un poco menos solitario y mucho más mágico.
Continuará en el próximo capítulo...
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